martes, 27 de noviembre de 2012

MUSICOTERAPIA

Hoy sabemos que la música tiene una serie de efectos fisiológicos.  La música influye sobre el ritmo respiratorio, la presión arterial, las contracciones estomacales y los niveles hormonales.  Los ritmos cardiacos se aceleran o se vuelven más lentos de forma tal que se sincronizan con los ritmos musicales.  También se sabe que la música puede alterar los ritmos eléctricos de nuestro cerebro.
Si uno cierra los ojos por un minuto y escucha al mundo en derredor escucha bocinas, martillos, gotas de lluvia, niños riendo, una orquesta sinfónica, etc. La terapia musical sostiene que lo que uno escucha puede afectar la salud positiva o  negativamente. El sonido puede ser un gran sanador.

Los terapistas musicales utilizan el sonido  para ayudar con una amplia variedad de problemas médicos, que van desde la enfermedad de Alzheimer hasta el dolor de muelas. Los doctores en medicina conocen acerca del poder del sonido. Los investigadores han producido evidencia de la habilidad de la música para disminuir el dolor, mejorar la memoria y reducir el estrés.


Psiquiatras y neurólogos aplican la composición sinfónica para tratar demencia, autismo o anorexia. Los especialistas aseguran que el sonido musical llega a áreas del cerebro inalcanzables al lenguaje.
Las sonatas de Mozart –un reconocido equilibrante neurofisiológico– forman parte del tratamiento de niños con parálisis cerebral o autismo; las canciones tradicionales se emplean para estimular la memoria en enfermos de Alzheimer y el canto gregoriano ya suena con normalidad en las consultas de psiquiatras, neonatólogos, cardiólogos o educadores carcelarios.
“El sonido musical llega a rincones del cerebro que no alcanza el lenguaje, toca emociones inabordables de otra forma –afirma el doctor Antoni Bulbena, psiquiatra del Hospital del Mar y concertista de guitarra clásica–. Un estudio publicado por la revista Nature demostró que la sonata 448 de Mozart modifica la respuesta de un enfermo en coma y puede normalizar una crisis epiléptica. Lo llaman el efecto Mozart".

Explicaciones 

Hay dos interpretaciones:
- La primera sostiene que la música tiene algún efecto positivo sobre nuestro sistema nervioso.Aunque este efecto es pasajero algunos investigadores lo interpretan en el sentido de que cierto tipo de música logra unos cambios favorables en el cerebro de las personas que la escuchan. Hay investigadores que sospechan que la música, cuando se introduce a edades sumamente tempranas puede tener efectos favorables permanentes sobre el sistema nervioso. La musicoterapia no sólo es útil en caso de enfermedades, también se usa en el periodo de embarazo, en el que produce una actitud mental positiva ayudando a la relajación , requiriéndose así menos medicamentos.



- La otra posibilidad, es que la música actúe meramente como una distracción. Se sabe que la distracción puede tener efectos favorables sobre la percepción del dolor. El dolor se agrava mientras más pensamos en el mismo.

El uso de sonidos musicales parece ser tan necesario a nuestro organismo como cualquier vitamina.

Imaginemos que se tiene un resfriado, esto puede haber sido causado por una baja de defensas, existe un factor físico palpable de porqué te pones malo, pero la cuestión es porqué bajan las defensas. Cuando estás en las fases más felices de tu vida no sueles estar enfermo. Muchas de las enfermedades que tenemos son psicosomáticas y además el estrés , tensiones etc tienen el origen en nosotros mismos. La música puede hacer cosas muy curiosas en esto.

Este uso de la música puede parecer sorprendente. Sin empbargo sabemos que desde los tiempos de la antigua Grecia numerosos filósofos, historiadores y científicos han escrito sobre la música como agente terapéutico. Hace más de 2,500 años que el filósofo griego Pitágoras recomendó el cantar y el tocar un instrumento musical cada día para eliminar del organismo el miedo , las preocupaciones y la ira.


La música como conducta humana


Los efectos de la música sobre el comportamiento han sido evidentes desde los comienzos de la humanidad. A lo largo de la historia, la vida del hombre ha estado complementada e influenciada por la música, a la que se le han atribuido una serie de funciones. La música ha sido y es un medio de expresión y comunicación no verbal, que debido a sus efectos emocionales y de motivación se ha utilizado como instrumento para manipular y controlar el comportamiento del grupo y del individuo.



Un sonido se produce cuando un cuerpo vibra. La partícula más infinitamente pequeña conocida por el hombre vibra, esa vibración sostiene los electrones y protones, éstos el átomo en continua vibración cambio y movimiento , los átomos la materia , y así se sostienen los planetas , las galaxias y el universo infinito que en continuo cambio, vibración y movimiento: se sostienen por una armonía perfecta, la sinfonía más perfecta que se ha creado en un concierto que empezó hace 5000 millones de años. Dios compuso una canción y nosotros somos notas de esa canción , de esa armonía. Y la vida es ritmo; desde antes de nacer, tu corazón late a ritmo de vals y eres una nota más de ésta canción , sujeto a ese cambio que es la vida, que es la música, a ese ritmo dentro de una armonía. No te conviertas en silencio, nunca dejes de reir , de llorar , de sentir... de soñar, porque la vida es soñar  los sueños vida son. Sueña tu vida y hazla realidad.

La música es un medio de comunicación con la mente, con nuestro propio cuerpo, con el alma... una puerta para dejar salir los sentimientos, expresarnos , soñar ..y algunos tipos de música de alguna manera nos hacen sentirnos libres. La buena música inspira libertad, te hace mirar el horizonte , pararte a mirar una puesta de Sol... te abre un mundo.



miércoles, 7 de noviembre de 2012

EL PODER DE LA MENTE


     Los poderes psíquicos o mentales son capacidades que permiten a los seres humanos percibir fenómenos ocultos a los sentidos, manipular la mente de seres con intelecto o hasta alterar la percepción de la realidad física con el poder de la mente.


   La parapsicología (es un tipo de pseudociencia) se refiere a estos acontecimientos con el nombre de fenómenos “PSI”.
            
    *PSI: es la concentración de ondas electromagnéticas producidas por el cerebro en un punto, las cuales podrían ser manejadas a voluntad con la práctica.


     Algunos ejemplos de poderes mentales pueden ser: 

CLARIVIDENCIA
            La clarividencia permite encontrar a cualquier persona, aun sin haberla visto, teniendo como referencia algo de la persona o una foto suya.

TELEPATÍA
            La telepatía sirve para emitir y recibir pensamientos utilizando la mente, así como para controlar las mentes de otras personas.
            
TELEQUINESIS
            La telequinesis es un poder psíquico, que permitiría a una persona mover objetos con su mente, al «unir» su campo áurico (campo electromagnético que envuelve a los seres vivos) con ellos. El desarrollo de esta habilidad se podría desarrollar mediante entrenamientos psíquicos, utilizando la energía psíquica emitida por el cerebro («psi»).



      También existen otros poderes psíquicos como  la amnepatía (borrar recuerdos de las personas),  la citoquinesis (manipulación del crecimiento de los vegatales) o el teletransporte.



     José Luis Panizo, más conocido como Anthony Blake, es uno de los mentalistas más reconocidos de nuestro país. Estudió medicina, aunque en su vida profesional se ha decantado la magia y el ilusionismo. Ha escrito varios libros, como "Lo que sé del más allá".
    En Anthony Blake pervive la voluntad de reto y de exhibicionismo de aquellos ilusionistas de tiempos de Houdini. En el año 2002 sorprendió a todos al adivinar cuál sería el número del Gordo de Navidad.




domingo, 4 de noviembre de 2012


Amanece en la Frontera Sur; es viernes 26 de octubre, todo parece tranquilo. Sólo dos sonidos pueden apreciarse en el ambiente si permanecemos en silencio: la llamada al rezo musulmán de la mañana y el rotor del helicóptero de la Guardia Civil que sobrevuela los llamados “puntos calientes” cercanos a la alambrada que separa Marruecos de Europa.
Hoy es la Pascua Grande musulmana, el Aid El Kebir. Aquí las gentes, como marca la tradición, se levantan con el alba y se desplazan, las familias al completo, en ayunas para la oración matutina antes de preparar el sacrificio del borrego y comenzar así tres días de fiesta y júbilo.
Pero no todos los musulmanes están de rodillas en las mezquitas y explanadas con los ojos puestos en el sol del nuevo día. Otros permanecen esparcidos por los caminos que llevan al monte Gurugú esperando a que lleguen las ambulancias y los miembros de Médicos Sin Fronteras.
“La mayoría somos musulmanes, sabemos qué día es hoy. Pero no tenemos nada que celebrar. Seguimos vivos, sí. Pero, esto no es vida. Dios no puede querer esta vida para nadie. Aun así no dejamos de creer en él. Al-lá es bueno y misericordioso, Él nos protege y le bendecimos”.
Anoche, entorno a las 05:30 horas, un grupo de más de cien subsaharianos, la mayoría de ellos de Mali, intentó acceder a Melilla superando la doble valla metálica de más de seis metros de altura, cerca del puesto fronterizo del Barrio Chino.
Ninguno consiguió entrar a Melilla, pero los vecinos de Altos del Real –el barrio más cercano a esta parte de la alambrada- aseguran que los alaridos y llantos de dolor de los jóvenes subsaharianos les hicieron estremecer hasta más de las siete de la mañana.
“Ha sido horroroso. Una auténtica masacre. Los vecinos nos han llamado escandalizados. Hemos venido en cuanto hemos podido, pero la Policía Local nos ha impedido el paso a la zona. Ha sido espantoso. Se oían llantos y gritos que se te ponían los pelos de punta”, asegura José Palazón, secretario y portavoz de la ong Prodein, uno de los activistas melillenses que fue alertado –“me han despertado los propios vecinos con una llamada de socorro al móvil”- y que se desplazó al lugar de los hechos para ser garante del respeto a las leyes y a los derechos humanos.

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Un gran número de guardias civiles -pertenecientes en su mayoría a los cuerpos de élite especialistas en cargas y métodos antidisturbios, conocidos como Módulos de Intervención Rápida (MIR) de los denominados Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) del Instituto Armado- esperaba en el lado español -provistos de largas porras, cascos y material antidisturbios- a que alguno consiguiera entrar para detenerlo, pero esta vez Marruecos volvió a actuar con contundencia.
Los inmigrantes denuncian que un gran número de policía fronteriza y de militares les pegó patadas y les golpeó con piedras.
A algunos se los llevaron a la provincia de Oujda, a la frontera de Marruecos con Argelia –donde las organizaciones no gubernamentales denuncian que son abandonados en medio de zonas desérticas sin agua ni comida e incluso a veces engrilletados y después de haber sido sometidos a palizas y vejaciones-. Pero, no todos corrieron esa ‘suerte’. Porque, los que consiguieron quedarse y los que fueron capturados posteriormente en su huida y no se les deportó, volvieron a recibir brutales palizas.
“Nos pegan, nos pegan y nos pegan. No hablan, no te miran a los ojos, sólo te golpean”, grita un joven de Liberia al que le han roto un dedo de la mano derecha y le han producido graves heridas en una de las rodillas.

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Según dicen, la intención de las fuerzas marroquíes es que estas personas no vuelvan a saltar, nunca más: “Nos golpean con piedras y bastones en las rodillas y tobillos, dicen que con las piernas rotas se nos quitarán las ganas de trepar por las alambradas. Antes golpeaban, siempre golpean, pero ahora quieren rompernos las piernas”, comenta nervioso un chiquillo de 19 años que ha huido de Mali; asegura que ha llamado a las organizaciones defensoras de derechos humanos y a las ambulancias, pero nadie viene. Han pasado cuatro horas  y siguen tirados en los andenes de las carreteras pidiendo auxilio.
Algunos de ellos son muy pequeños. Concretamente un chaval delgadito que dice ser de Mali llega con toda la boca ensangrentada. Tiene sólo 15 años y le han abierto una herida en la rodilla derecha y le han echado abajo varios dientes con una piedra.
Un chico senegalés nos enseña varias cicatrices de grandes dimensiones en la cabeza, alguna con indicios de haberse cerrado hace escasas semanas. Nos asegura que ha intentado entrar varias veces a Melilla y que, al menos dos, lo ha conseguido, pero que la Guardia Civil les pega, les engrilleta y les expulsa a Marruecos de nuevo a través de las puertas de servicio del propio vallado, algo que incumple la Ley de Extranjería.
Es extraño comenta: “España no quiere que entremos y para Marruecos no existimos. Si entramos quieren echarnos y si no entramos no importa que muramos de hambre o desangrados, sólo somos negros pobres, ni siquiera nos consideran hermanos musulmanes”.

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Se quejan de que en el reino alauí las organizaciones defensoras de los derechos humanos no les atienden y que los activistas españoles cada vez se preocupan menos por ellos y con menor frecuencia.
La llegada del invierno les hace querer conseguir su fin con la mayor de las premuras. Además, la entrada la pasada semana de más de un centenar de personas a Melilla en dos saltos grupales les anima y les da esperanzas.
No somos mala gente. Sólo queremos sobrevivir. Aquí no tenemos comida, ni agua. ¡Mira como vestimos! No somos ni personas. ¿Tú no lo harías?”, protesta enérgicamente un joven corpulento de Mali. Es la imagen más amarga de la inmigración. Son cientos de historias durísimas. Miles de personas que huyen del hambre, de las milicias, de la guerra, de la persecución, y que se topan con un muro que no van a dejar de intentar franquear, ya sea cojeando o con la cabeza repleta de cicatrices.

Pongámonos en su lugar.

https://www.youtube.com/watch?v=Vy17uQjpKUc